17 abril 2007

DIA 6 - KYOTO ALLA VAMOS (Parte 1)

Yo ya estaba hecho un verdadero lio, llevaba algo así como los dos últimos días pensando cuando teníamos que dejar el hotel Juyoh para partir hacia nuestro siguiente destino “Kyoto”, así que me aseguraba de vez en cuando, y le daba la tabarra a Francis, comprobando que estuviéramos en la fecha correcta, y no paraba de preguntarle -¿mañana es dia 10, no?-. Ya se que hay muchos shikansen al día, y puedes coger el siguiente sin reserva y tal, pero bueno, no había que perder éste, ya que habíamos hecho la reserva unos días antes en la estación central de Tokyo, y también de paso activamos el JR-Pass para que entrase en el periodo de validez a partir de ese dia. En fin que ya estaba todo preparado, para ir con tiempo suficiente y tranquilitos.

Asi que recogimos todo la noche antes e hicimos las maletas (la primera de las tres veces), ya que tocaba cambio de ciudad y de hotel por supuesto, y a eso de las 6.45 ya estabamos en la puerta del hotel listos para nuestra segunda parte del viaje: “Kyoto”. Nos despedimos de la gente del hotel, y sobre todo de un chaval muy majo con el que entablabamos conversación todas las noches, contaba en un ingles muy “cerrao” que le gustaba mucho la fiesta de “La tomatina”, los “San-fermines”, y las corridas de Toros. Je,je, nos hacía gracia pensar por lo que es conocida España más allá de nuestra fronteras, muy buena gente el chaval. Por ello se llevó el primero de los presentes que llevábamos para los amarillos: un fabuloso paquete de almendras, de la prestigiosa “Almendrera del Sur” de Cártama Estación. Hay queda eso.

Ya estabamos cargados y en la puerta principal del hotel, y caian unas ligeras gotas de lluvia. Oye, espera un momento, -¿Dónde para el autobús para que nos deje en Ueno?-. ¿En este lado de la acera o en el de enfrente?. –Marcelo, Francis y yo nos hacíamos esta singular pregunta, y lógicamente empezabamos a ponernos nerviosos- Bueno a deducir por la cola que ya se había producido en la parada justo delante del hotel, parecía que la correcta era esa misma, pero bueno, habia que preguntar a los lugareños. –Sumimasen…. Entre ingles, doko-desuka y mucho ueno, ueno, creo que un viejecito que llevaba un paraguas, nos afirmaba con la cabeza, -hai, hai asoko desu-, así que aguardamos en la cola pacientemente a que llegara el susodicho, y en unos pocos minutos allí estaba.

Como siempre y para no variar, dabamos “el cante”, y como el autobús llegaba por la derecha (si es que esta gente conducen al reves ;-)), éramos los primeros de la fila y nos colamos por toda la cara, muy tìpico, jejeje. Ya una vez dentro, cada vez que nos acercábamos más hacia Ueno, se iba llenando más y mas, casi no cabíamos dentro, bueno, si que cabíamos, lo que no sabíamos era donde poner las maletas para que no estorbaran a la gente, y fuimos todo el recorrido prácticamente de pie.

Desde Ueno, ya cogimos el Yamanote y nos bajamos en Tokio “central”, vamos lo típico, pues al Yamanote ya le habíamos cogido el truco, y entonces empezaban las primeras carreras del dia. Fuera como fuese, habíamos salido por otro lado distinto de la estación, y lo que el día anterior teníamos localizado (los andenes de los “shinkan-sen”), hoy era buscar de nuevo, más nervios y carreras con las maletas a cuestas. Menos mal que leyendo bien los cartelitos, dimos bien, y llegamos unos 20 minutos antes de nuestra hora.

Yo que llevaba 5 dias en Japon, flipando en colores y alucinando cada sitio que visitabamos, el ver llegar el tren-bala fue ya el remate de los remates. Ahí estaba él, llegando flamantemente, a su hora, despacito, sin pausa, pero sin prisa, y parando exactamente donde indica en el suelo el numero de vagon y puerta. Yo estaba babeando y no cabía en mi :-)’’’ jejeje, ya tenía yo ganas de subirme a esta maravilla.

Fotos del dia: AQUI